Y entonces entendí que enamorarse un poco más de la cuenta, era una mala inversión, siempre odié esa forma tan cobarde tuya de decir que no.
Tus besos llegaron a dolerme, como si hubiese sido Judas quién te hubiera enseñado a besar...
Y así fue como aprendí, que en historias de dos, conviene a veces mentir, que ciertos engaños son narcóticos contra el mal de amor...
Pero al final de todo siempre termino reconociendo las cosas, que aunque me hagas daño, siempre acabaré dándote una oportunidad más, esperando a que tus cobardes "no" se conviertan en sinceros "si"como por arte de magia, y es que no acabas de entenderlo, que si no fueras tan... irrepetible, yo no estaría aquí, jugándome por ti la vida, a cara o cruz...
SOULMATE ∞
No hay comentarios:
Publicar un comentario