
Solo bastaba eso, un intercambio de miradas, no importaba el lugar (el instituto, la calle...)
eso daba igual, todo pasaba a un segundo plano cuando nos mirábamos fijamente...
Y es que sinceramente, esto de mirarnos y sonreír se está convirtiendo en una droga que, como droga que es, engancha, pero no solo eso, sino que es tal la dependencia que sientes que te ves obligado a un consumo diario...
Soy adicto a su mirada, si, pero al igual que cualquier droga, no puedo desengancharme de ella de la noche a la mañana, hace falta algo más y no sé el que...
Quisiera no tenerla las 25 horas del día en mi cabeza pero a la vez me encanta pensarla...
Muchos me dicen que esto me esta haciendo daño, que me está matando por dentro hasta el punto de dejarme hueco, y quizás tengan toda la razón del mundo, quizás el "problema" sea más grande de lo que yo pensaba, quizás no era tan fuerte como yo creía y si, quizás no vaya a haber nada ni hoy, ni mañana, ni dentro de dos meses, ni dentro de un año...
A veces, aunque luches contra todas las voces que te dicen que lo dejes, no queda más remedio que hacerles caso y abandonar, dejarlo en mitad de la batalla porque "soldado que huye, sirve para otra guerra"
SOULMATE ∞
Precioso textoo 👌
ResponderEliminarMe encanta
ResponderEliminarDios me encanta 😍
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